Lectura: Hebreos 8:1-13
“El punto principal” se encuentra en los primeros dos versículos y se amplía en los siguientes, antes de llegar el escritor a la tercera advertencia (10:26-39).
La palabra a subrayar es: TENEMOS. En este pasaje vemos que:
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Tenemos un “sumo sacerdote” en los cielos (vs. 1,4). Esto nos asegura su vigencia; está en funciones hoy.
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Tenemos un “ministro del santuario” (vs. 2,5). Esto da entrada a muchos superlativos. La palabra MEJOR es otra de mucho interés en el estudio de esta Epístola. Tenemos lo real: tabernáculo en los cielos y no sólo la imagen, que es lo que fue el tabernáculo en la tierra. Esto nos lleva a “mejor ministerio”, “pacto” y “promesas” (v. 6).
Lo visto nos debe hacer pensar que, al tener todas estas cosas, es grande nuestra responsabilidad y será grande nuestro castigo si desaprovechamos lo que Dios nos ha dado. El primer paso para recibir las dádivas de Dios es darle nuestro corazón para que en él escriba su pacto (v. 10).
Fuente | Publicaciones “El Sembrador”
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